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miércoles, octubre 22, 2014

Arqueología / México: INAH reporta 1,591 robos en el último lustro

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Aspecto del Museo Nacional de Arqueología en la Ciudad de México. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 20 de octubre de 2014. (RanchoNEWS).- En menos de un lustro los saqueadores del patrimonio prehispánico e histórico en México, han hurtado al menos mil 591 piezas entre arqueológicas y de arte sacro, pese a ser consideradas como patrimonio cultural tangible, reporta JuanCarlos Talavera para Excélsior desde la Ciudad de México.

La información, emitida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mediante una solicitud de información, detalla el registro de los robos entre 2009 y 2013, de los cuales mil 375 corresponden a piezas arqueológicas y 216 a esculturas y óleos sustraídos en recintos religiosos.


Sin embargo, el informe del INAH se reservó el detalle de las piezas y su ubicación porque argumenta que forma parte de distintas averiguaciones previas, aunque reconoce una curva ascendente en el tráfico del patrimonio arqueológico.

Según dicho reporte, en 2009 no se registró el robo de piezas arqueológicas, aunque sí la sustracción de 52 piezas de arte sacro; para 2010 sólo se registró el robo de una pieza arqueológica y 50 de arte sacro.

Sin embargo, en 2011 los saqueadores consiguieron 633 piezas arqueológicas y 42 de arte sacro. En 2012 las arqueológicas se redujeron a 18 y las de arte sacro a 40, pero en 2013 hubo un repunte en la sustracción de piezas arqueológicas, alcanzando 723, más 32 de arte sacro.

En torno a este informe, especialistas como Olga Orive Bellinger, presidenta del Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS México); Jorge Antonio Sánchez Cordero, especialista en patrimonio cultural, y Nuria Sánz, directora y representante de UNESCO en México, manifestaron sus puntos de vista.

Panorama delicado

Orive Bellinger dijo a Excélsior que el robo de piezas prehispánicas y de arte barroco es grave. «Estamos en una situación realmente grave y, en muchos casos, el INAH no tiene la capacidad de manejar la infraestructura desde el centro, por lo cual debería convertirse en un organismo rector de planes y programas de protección, sin limitarse a los inspectorcitos que dan permisos sin ton ni son dentro del país».

Comentó que las cifras del informe sólo reflejarían una parte porque no todo es denunciado, «Lo arqueológico se denuncia porque está directamente controlado por el INAH, pero en el caso de lo histórico (óleos y esculturas de la época colonial) podría ser que no».

Sin embargo el panorama es el mismo de hace un lustro, reconoció. «Y me apena insistir, pero desde 2009 se recomendó la necesidad de reformar la ley ante la realidad y los retos futuros. Y aunque la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, fue reformada en junio pasado, esta ley creada en 1972 continúa tremendamente desacutalizada, para atacar este tipo de problemáticas», reconoció.

Esto hace pensar que México mantiene las puertas abiertas al tráfico de piezas arqueológicas e históricas, como se documentó hace unos días (Excélsior 17/10/2014) luego de revelar que la casa de subastas Bonhams pondrá a la venta, en noviembre próximo, una serie de piezas aztecas, mayas y teotihuacanas, que fluctúan entre 10 mil y 120 mil dólares.

Pero la pérdida va más allá de la pieza, aseveró, pues con estos robos también se pierde su contexto arqueológico, «pues durante las excavaciones ilegales se van las piezas para el coleccionista y los contextos arqueológicos que son irrecuperables», añade Bellinger.

¿Cuál es la salida?, se pregunta la representante de ICOMOS. «Quizá que el INAH promueva la modificación de la ley a favor de la estatización del control, es decir, que los municipios, las comunidades y los barrios se encarguen de una manera oficial de la protección de su patrimonio».

Alerta internacional

Por su parte, Jorge Sánchez Cordero, especialista en patrimonio cultural, planteó tres preguntas sobre el informe del INAH: ¿Cuáles son las piezas reportadas?, ¿fueron inventariadas?, ¿y si México emitió una alerta internacional siguiendo los protocolos para la recuperación de bienes culturales?

Y aunque sabe que el INAH clasificó la información como reservada porque forma parte de las averiguaciones previas, expresó que ese argumento es válido cuando existe una indagatoria en México, lo cual hace pensar que las autoridades suponen que dichas piezas aún están dentro del territorio mexicano.

Por ende, el INAH debe comprender que para atajar el tráfico de bienes culturales, no sólo se debe trabajar dentro de México, sino en el marco internacional. Y aunque se sabe que éste es un patrimonio vasto y complejo de inventariar, el INAH debe alertar a la comunidad internacional sobre los robos.

Esto es importante porque tanto los compradores legales como las casas subastadoras, consultan los registros y la información disponible antes de las subastas. «Eso es fundamental, pues aunque México cuenta con una lista roja… ésta es muy precaria», aseveró.

Pese al panorama, Sánchez Cordero recordó que el mayor pillaje arqueológico sucedió en los años 60, cuando incluso se sustrajeron estelas mayas de 3.5 toneladas de peso, e incluso hoy se sabe en qué museos se encuentran. «El pillaje fue tal en esa época que se le ha comparado con el saqueo de la colonización», dijo.

Por otro lado, el arte sacro explicó Sánchez Cordero tiene un problema distinto y se resume a una pregunta: ¿quién es el responsable del templo? ¿El clero o el gobierno?

Además, sugirió a las autoridades que se observe el caso de los carabinieri italianos, quienes ya conformaron con éxito una unidad de élite para proteger su patrimonio cultural. «Necesitamos gente especializada sobre patrimonio cultural, es algo que no tenemos», lamentó.

Por último comentó que, junto con otros especialistas, está trabajando en el desarrollo de una nueva idea para evitar la venta del patrimonio en el extranjero, y consiste en la posibilidad de inventariar un objeto cuando sea asociado a la pertenencia de una zona cultural específica.

Esto significaría que si alguien presenta una estela maya en una subasta y se demuestra que contiene los elementos de una cultura específica, ubicada en un contexto arqueológico, podría estar sujeta a las leyes internacionales de protección del patrimonio.

«Es un argumento cultural que impulsamos pero imaginarás la reticencia en los foros donde se ha presentado. Sin embargo, confiamos que en su momento sea llevada ante UNESCO», detalló.

Finalmente, Nuria Sánz de UNESCO México, comentó que no podía pronunciarse sobre el reporte del INAH, pese a que este reportero le mostró el detalle del informe. «No lo conozco y no puedo opinar sobre lo que no conozco; me encantaría tenerlo evidentemente en un contexto».

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