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martes, octubre 16, 2012

Noticias / España: Lorenzo Silva gana el Premio Planeta 2012

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El escritor madrileño Lorenzo Silva, ganador del LXI Premio Planeta de Novela con su obra La marca del meridiano, y la periodista Mara Torres, finalista con su novela La vida imaginaria. (Foto: EFE / Albert Olivé)

C iudad Juárez, Chihuahua. 16 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- El escritor madrileño Lorenzo Silva, oculto tras el seudónimo de Bernie Ohls, ha ganado esta noche la 61ª edición del Premio Planeta de novela, dotado con 601.000 euros, con la obra La marca del meridiano, una nueva entrega de su pareja de investigadores Rubén Bevilacqua y su ayudante Violeta Chamorro, informa la agencia EFE.

En la novela ganadora, presentada bajo el título seudónimo Te protegeré, el brigada Bevilacqua y su inseparable compañera, la sargento Chamorro, investigan un extraño crimen que les llevará tras la pista de un caso con derivaciones éticas y emocionales.

El jurado ha seleccionado como finalista la novela La vida imaginaria, de la periodista Mara Torres, que se ocultaba tras el nombre ficticio de Pilar Otero. Un total de 10 novelas, de las 432 presentadas, optaron al premio como finalistas.

La mayoría de los textos candidatos aparecían presentados por autores con seudónimo como sucedía con Corresponsal en Rusia, de Paul Alexander (seudónimo), El búnker, de Pilar Otero (el seudónimo que usó Mara Torres), El cepo, de Rodyon Armitage (seudónimo), Te protegeré, de Bernie Ohls (el seudónimo que usó Lorenzo Silva), Choque de titanes, de Margan el Hispano (seudónimo) y Marengo, de Marengo (seudónimo).

Se presentaron con su nombre real las siguientes novelas: Viena Blues, de Sergi Gotarra Franch, El asesinato de Pitágoras, de Marcos Chicot Álvarez, El bosque y los árboles, de Marc Quintana Llevot, y El productor de sueños, de Mariano José Pérez Meler.

El jurado del premio estaba integrado por Alberto Blecua, Ángeles Caso, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Emili Rosales, secretario con voto, este último en sustitución de Carlos Puyol, que estuvo en el jurado durante 40 años y que falleció el pasado enero.

Ellos fueron quienes decidieron quién se llevaba el «premio gordo» literario de la temporada, pues el Planeta es el galardón más dotado en castellano: el ganador se embolsa la nada despreciable cantidad de 601.000 euros.

Tras el considerable número de visitas recibidas en la web en las tres anteriores ediciones del galardón, este año el fallo del Premio Planeta se pudo seguir también en directo a través de internet en el sitio www.premioplaneta.es.

Entendimiento entre Madrid y Barcelona

El escritor madrileño aprovechó para apelar al entendimiento entre Madrid y Barcelona. El autor agradeció el premio a su familia y a Barcelona, «la ciudad en la que gané mis primeros premios (Nadal) y que me dio la mujer a la que quiero y la casa en la que vivo».

Silva ha pedido que «las líneas divisorias que haya entre Madrid, mi ciudad natal, y Barcelona, también mi ciudad, no sean más que ese meridiano de Greenwich –a que hace alusión el título de la novela ganadora–, que no es más que una línea imaginaria, que no necesitan pasaportes para cruzarla».

Confesó que comparte la vivencia de dos lugares diferentes, que «tienen matices, pero que tienen muchísimos elementos en común» y ha añadido: «percibo cierta frustración al ver que esos matices se imponen a los muchos elementos que tienen en común». Silva ha asegurado que «nos falta vivirnos más y visitarnos menos, porque vamos mucho de visita, pero nos vivimos muy poco».

«Cuando tú vives en un barrio del Baix Llobregat o en mi barrio de la periferia de Madrid no vives esos problemas que salen en el telediario», ha repuesto.

El autor explicó estas ideas en un breve discurso pronunciado en catalán, que ha sido fuertemente aplaudido por una gran parte de las personas que han asistido a la tradicional velada literaria del Planeta.

Las palabras de Silva llegan justo un día después de que el presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara, invitara a los políticos del gobierno central y de la Generalitat a que no rompieran el diálogo.

El Planeta «negro»

Lorenzo Silva destaca en el universo literario español como uno de los grandes autores del género negro, especialmente con su serie de la pareja formada por Bevilacqua y Chamorro. Nacido en 1966 en el barrio madrileño de Carabanchel, Silva es hijo y nieto de militares y se licenció en Derecho por la Universidad Complutense, algo que seguramente marcó su trayectoria literaria posterior.

Trabajó como abogado entre 1992 y 2002 y comenzó a escribir en la década de los ochenta, aunque no publicó hasta años después. Autor de más de treinta libros, ha cultivado diferentes géneros literarios tanto la novela negra, como la literatura juvenil, el cuento o el ensayo.

Su primera novela fue Noviembre sin violetas, a la que siguieron La sustancia interior y La flaqueza del bolchevique, con la que quedó finalista del Premio Nadal en 1997. En mayo de 1997, presentó una novela dedicada al público juvenil, Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia, en la que aborda el problema de la inmigración vista a través de los ojos de una adolescente española.

Tras publicar, El lejano país de los estanques, El cazador del desierto, El urinario y El ángel oculto, su consagración llegó en el año 2000, cuando ganó el prestigioso Premio Nadal de novela, con El alquimista impaciente, que fue llevada al cine por la directora Patricia Ferreira en 2002.

Algunos de sus últimos títulos publicados son: Líneas de sombra (2005), La reina sin espejo (2005), La isla del tesoro (2007), Muerte del reality show (2007), El blog del inquisidor (2008), La estrategia del agua (2010), Niños feroces (2011), el libro de relatos Tres mil metros en la noche y el ensayo El misterio y la voz.

Antes de ganar el Premio Planeta, Lorenzo Silva había sido distinguido con el Premio Destino Infantil-Apel·les Mestres (2002), con el álbum Laura y el corazón de las cosas; el Premio Primavera 2004 con Carta blanca; y el Algaba de ensayo 2010 con Sereno en el peligro.


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