Rancho Las Voces: Arqueología / Entrevista a Xu Weihong
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domingo, octubre 31, 2010

Arqueología / Entrevista a Xu Weihong

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Cao Wei, Xu Weihong y Zhang Weixing, ayer, en Oviedo. (Foto: Pablo Lorenzana)

C iudad Juárez, Chihuahua. 31 de Octubre de 2010. (RanchoNEWS).- Xu Weihong es la directora de las excavaciones arqueológicas de Xi’an, donde se ha encontrado la tumba de Qin Shi Huang, el primer emperador de China, un yacimiento famoso por los miles de guerreros de terracota a tamaño natural que lo protegen. Junto a Xu, estos días visitan Oviedo otros dos arqueólogos, Cao Wei y Zhang Weixing. Los tres están en España para recoger el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales y los tres dedicaron la mañana de ayer a atender a la prensa en los salones centrales del Hotel de La Reconquista. Lo hicieron en voz baja, por el eco, y sólo hablaron de política para elogiar los medios humanos y técnicos que el Gobierno de su país ha puesto a su disposición, escribe Nach O G. Pandavenes de La Voz de Asturias en el párrafo introductorio de su entrevista.

¿Qué cara se le pone a un arqueólogo que se encuentra algo así?

Mi primera impresión fue que estaban vivas. Parecía que acababan de despertar delante de mí después de estar dormidas mucho tiempo. Hay que tener en cuenta que cada una tiene sus propios rasgos, sus propios gestos, y eso las hace muy reales.

¿Qué esconden los guerreros?

El color. Todas estaban pintadas y hemos descubierto que seguían un patrón, que estaban uniformados. Por ejemplo, a una guerrera roja ahora sabemos que le corresponde un pantalón blanco o uno azul. Hay diferentes combinaciones.

¿Son distintos en todo?

Todos los guerreros tienen sus peculiaridades, incluso sus posturas son distintas. Llevan distintos trajes, sus expresiones son diferentes…

¿Cuánto se ha excavado?

Estamos hablando de un yacimiento en el que hay tres fosas en total. En la primera sólo se ha excavado una séptima parte. En la segunda, que tiene unos 6.000 metros cuadrados, no se ha hecho nada y en la tercera, que tiene unos 500 metros cuadrados, hemos acabado los trabajos.

Los guerreros están ahí, pero ¿qué guarda aún la tumba?

Xi’an aún guarda secretos. Ahora mismo investigamos sobre todo los aspectos sociales. Queremos conocer cómo vivía la gente en los años del primer emperador, qué ropa llevaban, qué hacían en la vida cotidiana. Tanto sobre la tumba del primer emperador como de su biografía y la sociedad que regía se sabe todavía muy poco. Desde nuestro punto de vista como investigadores esperamos encontrar algo más que guerreros o figuras. Esperamos hallar otros objetos que nos informen sobre la sociedad que excavó la tumba y modeló los guerreros.

¿Qué se sabe de los obreros?

Ya tenemos bastante información sobre los obreros. Lo primero que hay que destacar es que fueron muchísimos. Un gran número trabajaba en la tumba y muchos más en la fabricación de los guerreros. La mayoría eran prisioneros y ya hemos descubierto cuatro tumbas de trabajadores que murieron por enfermedad, lo que nos ha ofrecido numerosos datos. Además, en varios guerreros hemos encontrado tallados los nombres de los obreros y de sus pueblos de origen. De lo que todavía no sabemos demasiado es del lugar de fabricación. Aún estamos buscando el horno donde se cocían las figuras. Lo que sí hemos encontrado son restos de los lugares de habitación de los obreros, su poblado, que estaba situado cerca de la obra y estaba compuesto por cabañas muy sencillas.

¿Hay constancia de más ejércitos como éste, además del relacionado con la dinastía Han, cuyas piezas sólo tenían 30 centímetros?

En China decimos que éste es un hallazgo sin precedentes. En las dinastías posteriores a la Qin no hemos descubierto hasta ahora ningún ejército de guerreros de tamaño natural. En cuanto a las figuras de la dinastía Han, el tamaño no es la única diferencia, también fueron fabricadas utilizando un método diferente. Lo que sabemos es que la tradición de enterrar ejércitos de guerreros cuando moría un emperador comenzó con la dinastía Qin, por lo que no se puede descartar que encontremos más tumbas de este tipo. De hecho, lo que sí se ha encontrado en enterramientos de dinastías posteriores es otras figuras que acompañaban al emperador en su tumba.

¿Las armas encontradas son reales? El coste de armar a un ejército debe ser elevadísimo para luego enterrarlo...

Son armas totalmente reales que se utilizaban en la época. Una cosa interesante es que en las armas se ve todavía el nombre del artesano que las hizo y el año de fabricación. Sobre el porqué enterraron armas útiles con estatuas, puede haber dos motivos. Por un lado, hay que tener en cuenta que en la antigüedad se le daba la misma importancia a los muertos que a los vivos. Por otro, pudieron enterrarlas por tratarse del stock de la armería. Estamos hablando de una época donde ya se utilizaba el hierro, por lo que las de bronce quedaban obsoletas.

¿Cuál fue el momento más crítico?

En nuestro trabajo como arqueólogos lo más importante es la rapidez, no sólo en el proceso de excavación, sino en los posteriores procesos de conservación. Después de desenterrar la figura hay que actuar de manera rápida, eso es lo más importante y lo más crítico. En cuanto terminamos de quitarle la tierra y el polvo se hacen varios dibujos e inmediatamente se fotografía todo. Luego se juntan las piezas rotas y se colocan en su lugar original, todo debe hacerse muy rápido y con mucho cuidado, por lo que todo el proceso es crítico.

¿Tienen una pieza preferida?

No, la verdad es que no. En mi trabajo diario lo que más me llama la atención no son las figuras. Debo reconocer que ya no me importa si aparece una en la que los colores están mejor conservados o encontramos otra más entera. A estas alturas me llama más la atención encontrar restos de otros materiales, ya sean partículas carbonizadas que se puedan datar, restos de armas, huellas o cualquier cosa inesperadas. Por ejemplo, algunas armas llevaban una funda de seda, me gustaría investigar más sobre el nivel de fabricación textil en esa época, contar cuantos hilos se utilizaron para esta funda y cosas así. La razón es que esos restos pueden darnos mucha información porque representaban el nivel de desarrollo de la sociedad que queremos estudiar.

¿Cómo puede influir esto en la proyección exterior de China?

Esta claro que su influencia es muy grande. Este ha sido el mayor hallazgo de China en las últimas décadas y hemos trabajado mucho. En cuanto a las condiciones de la investigación, tenemos un gran equipo humano y disponemos de todos lo medios y recursos para hacer el trabajo de campo e investigar. Hemos hecho un museo del primer emperador que ya es referencia nacional de investigación y conservación de figuras policromadas. Además, como impresión personal, debo decir que ésto ayuda a que la gente conozca el trabajo de los arqueólogos. Por aquí pasan miles de personas que ven cómo trabajamos, la gente piensa que lo que hacemos en un misterio y cuando nos ven se dan cuenta de que, en realidad, no hay secretos. Xi’an es una ventana a la arqueología.

¿Conocen algo de Asturias?

Poco y todo de oídas. Es nuestra primera visita a España.

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